martes, 27 de diciembre de 2011

El monje que vendió su ferrari


Hace poco menos de cuatro años un chico que conocí en un autobús rumbo a granada, un proyecto de escritor, me recomendó esta obra. Ayer mi primo me contó que lo estaba leyendo y añadió otro TICK a la lista de recomendaciones. Y yo, en un ataque de "originalidad" me dispongo a repetir la acción, interrumpiendo mi lectura en la quinta página del libro.
Estoy convencida de que es una buena puesta a punto para las navidades!


Regreso a los 60

¡ Feliz Navidad, feliz Hanukkah, feliz Hare krishna o días felices !

Re-descubriendo Fuerteventura, del Album de Russian Red que lleva el mismo nombre. Reedición fresca y bonita, con un sonido muy "de antes".
Cierras los ojos y te teletransportas a una de esas cafeterías de los 60 (de esos recuerdos que vende Holliwood, claro). Con azulejos verde aguacate, donde la camarera no deja de mascar chicle, se sacó el doctorado en la escuela de la vida y enmarca su voz ronca y gastada en unos labios rojos. Donde acabas pidiendo tortitas, aunque sean las dos de la madrugada (sobre todo entonces, porque esas cafeterías tienen otros horarios. Horarios americanos). Donde aparca George su cadillac "El Dorado" junto a una farola de luz tenue, entra y le pide a Dorothy una de tortitas, después de leer su nombre en su ajustado uniforme (demasiado quizá para su edad). Ya sentado en la banqueta de escay rojo sonaría algo parecido a esto. Y envuelto en esa voz, siempre se te ocurren cosas que merecen ser escritas en una servilleta de papel.

domingo, 14 de agosto de 2011

Manos sueltas

Empezó a fotografiar con la cámara del teléfono parejas que caminaban por la calle de la mano. Coleccionaba las imágenes en formato digital, guardadas como si fueran sellos o monedas, hasta que empezó a especializarse en parejas que caminaban de la mano mirando cada uno a lugares diferentes, ensimismados. Parejas que aparentan ser todavía pareja. Dos que caminan agarrados pero solos. Imprimía esas imágenes, las ampliaba y encontraba retratado un proceso de vidas que se separan, aunque caminen con las manos trabadas.

Llegó a elegir parejas, a ponerles nombres, como había aprendido de los naturalistas que en los documentales ponen nombres de personas a los gorilas o a los guepardos, y que siguen sus andanzas como en una telenovela.

Ya conocía las rutas de sus paseantes y se apostaba para cazarlos al paso. Registraba la progresiva separación de algunas parejas. La tensión de los dedos sin sangre, la distancia de los brazos tendidos... "Un día se soltarán las manos", murmuraba mientras pulsaba el botón de la cámara. Y entonces... Esa foto del desprendimiento de las manos era el trofeo más valioso. Y a la espera de ese momento, el coleccionista, fotógrafo y cazador vaticinaba un desenlace vulgar: luego caminará cada uno por su lado, por esa acera en la que sospechan no encontrar al otro (entre ellos conocen bien sus manías de paseantes); tratarán de no coincidir, pero será tan inevitable como embarazoso encontrarse dos o tres veces al año en la ciudad; con los años, no hará falta ni saludarse cuando se crucen por la calle.


Esta perlita no podía provenir más que de una gran ostra. Tan grande como lo es ese hombre y su blog: http://eresfea.blogspot.com/

viernes, 24 de junio de 2011

Petemos



No sientes como a veces te gustaría romper todas las barreras físicas. De repente todo el conocimiento, las ganas, los sueños, se acumulan y surcan estrepitósamente por tu cabeza, como un remolino, como un huracán. Te gustaría salir corriendo, cantar, asimilar todo cuanto tienes alrededor, asombrarte, llenarte, sin necesidad de cargar con ningún tipo de contenedor. Como una avalancha de unos y ceros digitales y luminosos en la pantalla negra de tu cerebro, de unos y ceros que buscan su sitio. Enriquecerse. Aprender de los grandes. Y hacerlo a tu manera. Que tu piel pegase un crujido y tu espíritu se elevase y se inflase de grandes cosas de valor inespaciales, sin muros de piel y huesos, ni de algodón o látex. No hablo de drogas. Donde tú eres tu mejor compañero de viaje, teniendo al mismo tiempo al alcance de unos labios a toda esa gente que amas. Que amas con la A, con la M, con la A y con la S del plural, que nunca se olvide.

jueves, 16 de junio de 2011

The Catcher in the rye


"Si quieren que les diga la verdad, me sentí tan contento que estuve a punto de gritar. No sé por qué. Sólo porque estaba tan guapa con su abrigo azul dando vueltas y vueltas sin parar.
¡Cuánto me habría gustado que la hubieran visto así!"
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"No cuenten nunca nada a nadie. En el momento en que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo."
J.D. Salinger
Fotografía realizada por Doraino